CÉLULAS MADRE
Las células madre son lo que se llama células no diferenciadas. Lo que significa que todavía son neutrales y aún no han cambiado en el tipo de célula que pueden o se convertirán. Los médicos pueden usar células madre para ayudar a reparar cualquier tejido dañado o enfermo que pueda tener.
El tipo de células madre que utilizamos son las células madre mesenquimales que a menudo se denominan CMM. Los CMM son un tipo de célula madre adulta y son multipotentes. Multipotentes significa que pueden diferenciarse (o cambiar) en varios tipos diferentes de tejido. Los CMM son no-tumorigenicas, lo que significa que no se sabe que forman tumores y no causan una respuesta inmune cuando se introducen en su cuerpo. Eso significa que su cuerpo no rechazará el tratamiento.

Hay muchas funciones que estas células realizan. Aquí hay algunas de ellas:
» Controlar la inflamación: Todos sabemos que la inflamación en nuestro cuerpo no es saludable. Hay muchos beneficios para la salud de reducir o eliminar la inflamación.
» Modula el sistema inmune: A veces nuestro sistema inmunológico se ve comprometido, lo que nos permite ser susceptibles a enfermedades o condiciones graves de salud. Otras veces está demasiado activo, causando diferentes tipos de problemas usualmente referidos como enfermedades autoinmunes. Muchas enfermedades diferentes pueden tratarse con CMM ya que estas modulan o ayuda a su sistema inmunológico a tener la respuesta correcta.
» Ayuda a estimular la regeneración en su cuerpo: Se ha demostrado que las células CMM, ayudan a estimular el proceso de regeneración del cuerpo del paciente. A veces para mejorar un problema donde ha habido daños o lesiones, regenerando el tejido dañado o lesionado, es la mejor opción que se tiene, para que el paciente mejore realmente.
¿Cómo pueden ayudarle las Células Mesenquimales (CMM)?
Cuando nacemos, tenemos alrededor de 1 célula en cada 10.000 células (Estudios del Dr. Caplan de las células en el hueso médula ósea). A medida que envejecemos el porcentaje de CMM a otras células disminuyen. Cuando llegamos a los 50 años, tenemos alrededor de 1 CMM por cada 400.000 otras células. Si los CMM forman parte de lo que ayuda a nuestro cuerpo a sanar a sí mismo y tenemos 40 veces menos células cuando tenemos 50 años comparado a cuando nacimos, entonces, nosotros básicamente tenemos 40 veces menos de capacidad para estar saludables, corregir problemas o repararnos a nosotros mismos. Cuando tenemos 80 años, tenemos alrededor de 1 CMM por cada 2 millones células. ESO SIGNIFICA QUE EL CUERPO TIENE 200 VECES MENOS CAPACIDAD PARA REGENERAR, O REPARARSE A SI MISMO.
Una buena forma de mirar esto es cuando nacemos, todos tendremos una herencia o una cuenta de algunas clases de estas células. Así que, al momento de nacer, tenemos mayor concentración de estas células. Esto es cuando nuestra cuenta tiene el balance/saldo más alto que jamás tendrá. Enseguida nosotros comenzamos a retirar o utilizar nuestro balance. Utilizamos estas células para que nuestro cuerpo crezca, se repare, corrija, y se mantenga.
En el momento en que alcanzamos nuestra madurez esquelética (se necesita mucho para cultivar un cuerpo), en nuestra adolescencia tardía o a principios de los veinte años, hemos utilizado alrededor de 90 por ciento del balance de nuestra herencia o cuenta de células madre. Vivimos el resto de nuestras vidas con el 10 por ciento restante. Necesitamos esas células para sanar, reparar y regenerar las cosas cuando nos lesionamos. También necesitamos esas células para simplemente mantener nuestros cuerpos. A medida que continuamos envejeciendo y usando estos recursos, se vuelve más difícil y más difícil para nuestro cuerpo arreglar lesiones, repararse, e incluso mantenerse a sí mismo. Esto puede ser la razón por qué el proceso de envejecimiento se acelera con el paso de los años. Hay mucho menos envejecimiento en un lapso de 30 años entre los 20 y 50 años de edad, en comparación al lapso entre los 50 años de edad a los 80 años de edad. Al agotar nuestra cuenta de células madre, nuestro cuerpo no puede mantenerse al día con las demandas que se le ponen. Simplemente no tenemos suficiente en nuestra cuenta y perdemos la capacidad de sanar, reparar y regenerar.
Muchas veces con sólo añadir una gran cantidad de CMM en el área afectada puede dar a su cuerpo el impulso que necesita para reparar y reemplazar el tejido dañado y lesionado.


La Medicina Regenerativa es una forma de ingeniería tisular y biología molecular que se ocupa del "proceso de reemplazo, ingeniería o regeneración de células, tejidos u órganos humanos para restaurar o establecer una función normal". Cuando están lesionados o invadidos por una enfermedad, nuestros cuerpos tienen la respuesta innata para curarse y defenderse. Aprovechar y mejorar el propio poder regenerativo del cuerpo es una práctica médica en la frontera de los avances actuales cuyas propiedades pueden parecer milagrosas a quienes se benefician de ellas. Sin embargo, el milagro es el resultado de una exploración científica que ha comenzado a desbloquear y utilizar la extraordinaria capacidad del cuerpo para curarse y recuperarse.
Nuestro producto REGENERATE por CeMaB, se deriva de la gelatina de Wharton, se compone de células madre mesenquimales también llamadas CMM. Los CMM son células estromales multipotentes que pueden diferenciase en una variedad de tipos de células, lo que las hace ideales para procedimientos que van desde lesiones deportivas, afecciones ortopédicas, salud sexual, antienvejecimiento, etc.
Los CMM no son tumorigenicas, lo que significa que no son capaces de mejorar tumores existentes o formar nuevos tumores. Los CMM que se encuentran en el tejido perinatal también son inmuno-privilegiados, lo que significa que no provocan una respuesta de células T. Dado que los CMM no desencadenan una respuesta inmune y son tolerados por el sistema inmune, son capaces de continuar trabajando con los otros componentes, mejorando la capacidad natural del cuerpo para curarse a sí mismo; cada segundo de cada minuto de cada hora de cada día, durante cuatro a ocho meses, las células están trabajando para ayudar al cuerpo a curarse.
Hay muchas funciones que realizan estas células. Cuatro de los más importantes son que controlan
la inflamación, modulan el sistema inmunológico, estimulan la regeneración y reducen las cicatrices.